El dolor de la Endometriosis
En la endometriosis el dolor puede ir en aumento con los años al avanzar la enfermedad. Tomar píldoras “anovulatorias” (que paralizan la menstruación) no garantiza que no se tenga dolor, aunque ayuda a frenar el avance del tumor, que se alimenta de estrógenos.
Tratar el dolor de la endometriosis resulta muy complicado para enfermas y médicos/as porque, en una misma persona, pueden convivir todos los tipos de dolor tratados por la medicina: crónico y agudo, visceral, neuropático, inflamatorio…
La gran regla de oro en la endometriosis es no pensar que la intensidad del dolor tenga que ver con la gravedad de la enfermedad.
Hay pacientes que tienen pocos implantes tumorales (sitios donde hay endometriosis en los tejidos) y muchísimo dolor; y hay pacientes con poco dolor que están absolutamente invadidas por la enfermedad y necesitarán cirugías complejas, incluida la ostomía. Como vemos, es una enfermedad con muchas caras.
El dolor de la endometriosis no sólo sigue el calendario menstrual y aparece durante los días de regla. En uno de cada cuatro casos ese dolor puede ser constante, diario o simplemente independiente del momento del ciclo menstrual (dolor crónico).
El dolor de la endometriosis es impredecible día a día, no es cíclico, tiene mucho en común con la fibromialgia.
Puede ser súbito/repentino (y con una gran intensidad, como 7, 8 o 9) o puede ir instalándose poco a poco, insidiosamente, desde un nivel 2 o 3 de incomodidad hasta un 8 o 9 de la escala.
Tipos de dolor en la endometriosis
Desde nuestro punto de vista de afectadas, hay dos grandes tipos de dolor:
El dolor de la endometriosis se percibe en sitios muy característicos para las mujeres que la sufren: